Acciones cómo
compartir el bocadillo, ayudar a familiares o amigos o invitar a jugar a los
otros niños son buenas tanto para quien los recibe cómo para quien los hace.
Esto lo demuestra un reciente estudio llevado a cabo por miembros de las
universidades de la
Colúmbia Britànica (Canadà) y de Riverside (EUA) con 415
niños y niñas de 9 a
11 años en Vancouver (Canadà).
Según sus
conclusiones, los niños que realizan buenas acciones son más populares pero
también son más felices, se sienten más satisfechos con sus vidas y tienen más
emociones positivas.
Para hacer el
estudio, los investigadores pidieron a los niños de una clase que hicieran
al menos 3 actos amables con otras personas cada semana; Ayudar a sus padres en
las tareas domésticas, compartir juguetes con sus compañeros o cualquier otro
acto de generosidad. A los alumnos de la otra clase no les pidieron nada en
concreto. Ambos grupos realizaron al inicio de la investigación cuestionarios
relacionados con su satisfacción con la vida, sus emociones y su felicidad.
También les preguntaban sobre con quien preferirían compartir sus juegos.
Los resultados, presentados el 26 de diciembre en la revista
científica “Plos
One”,demostraron que los niños del primer grupo, los que
realizaron actos generosos, habían mejorado en la mayoría de los factores.
Además, dónde más mejoraron fue en sus índices de popularidad.
Por lo tanto, quizás
para mejorar la felicidad y la popularidad de un niño no hace falta que tenga
tantos juguetes. Es más efectivo estimular sus conductas generosas con los
demás. A parte, los autores del estudio también informan que, en la
adolescencia, los alumnos más felices y con mejores relaciones con sus
compañeros tienen mejores resultados académicos y que fomentar este tipo de
acciones es recomendable para combatir el bulling.
Article de La Vanguardia. 6 de gener de 2013
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