Marguerite Yourcenar
“Condeno la
ignorancia actualmente reinante tanto en las democracias como en los regímenes
totalitarios. Se trata de una ignorancia de tal envergadura, a menudo tan
absoluta, que se diría querida por el sistema cuando no por el régimen. He
reflexionado a menudo sobre lo que debería ser la educación de un niño.
Creo que incluiría estudios
básicos muy simples con los que el niño aprendería sobre todo lo que integra el
universo, en el planeta cuyos recursos deberá administrar posteriormente, que
depende del aire, del agua, de todos los seres vivos y que el menor error o la
menor violencia puede hacerles correr el riesgo de ser totalmente destruidos.
Se le enseñaría que los hombres
se han matado entre sí en guerras que lo único que han producido son nuevas
guerras y que cada país arma su propia historia mentirosamente con el objeto de
halagar su propio orgullo.
Se le enseñará el pasado de
modo que se sienta vinculado a los hombres que le precedieron para que los admire
en lo que merecen, sin convertirlos en ídolos ni del presente ni de un
hipotético porvenir.
Se trataría de familiarizarlo
al mismo tiempo con los libros y con las cosas; sabría el nombre de las
plantas, conocería a los animales sin hacerle realizar horribles vivisecciones
bajo pretextos biológicos; se le enseñaría a realizar las primeras curas a un
herido: su educación sexual incluiría su presencia en un parto, su educación
mental la vista de los grandes enfermos y de muertos.
Se les daría también lecciones
simples de moral sin las que la vida en sociedad es imposible, enseñanza que ni
las escuelas elementales ni las medias enseñan en el país.
En materia religiosa no se le
impondría ninguna práctica ni ningún dogma pero se le hablaría de todas las grandes
religiones del mundo y especialmente de la que prevalece en el país que habita,
para despertarle respeto y destruir odiosos prejuicios.
Se le enseñaría a amar el
trabajo cuando el trabajo es útil y a no dejarse envolver por la impostura
publicitaria sobre todo la que alienta el consumo de golosinas que predisponen
a las caries o a las diabetes futuras.
Existe ciertamente una forma de
hablarles a los chicos de cosas verdaderamente importantes de las que no se les
habla.”
Font: El grano de arena.
Informativo semanal de ATTAC. 9 de novembre de 2015
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