dimecres, 12 d’octubre del 2016

TEXTOS LIBRES Retazos de vida en la escuela...

Del libro: TEXTOS LIBRES Retazos de vida en la escuela que quedaron en la memoria.
AUTORA: Charo Díaz Peral. Salamanca 2014
http://www.mcep.es/2016/10/03/libros-y-materiales-textos-libres-charo-diaz-peral/#more-1531
http://www.mcep.es/wp-content/uploads/Charo_02.pdf

LA GELATINA 

Hubo un tiempo de escuela ya casi difuminado en el recuerdo, cuando el horario no estaba encasillado en una página cuadriculada de espacios simétricos, en el cual el aula era como una pequeña colmena de actividad incesante. Había un horario, sí, una programación, unas actividades y un control de los procesos, pero en todos ellos estaban implicadas todas las personas de la colectividad: la maestra, las niñas y los niños y en casos concretos las gentes del pueblo como fuentes orales en las entrevistas y trabajos de investigación. Había un tiempo de libre disposición para realizar individualmente actividades del Plan Semanal de Trabajo. Hay quien se levanta a buscar un atlas o un diccionario o quien se dirige a consultar las fichas de autocorrección. 0* que está iniciando la práctica de la división viene a mi mesa con expresión dubitativa: - Me he atascado Intento explicarle aquello del cero en el cociente... - Pero si eso ya me lo explicaste ayer Y se marcha a su sitio sin dejarme terminar. Al poco tiempo comenta: - Ya estoy cansado de hacer cuentas. Le miro con actitud de espera. - Las hago después, ahora voy a hacer otra cosa. Y un tiempo para la Puesta en Común. Contenidos de la Programación, control de las actividades, explicaciones, nuevo Plan de Trabajo... Tiempo para las actividades de creación personal. D* ha traído una rana en una lata. La ha colocado encima del pupitre e increíblemente la rana permanece inmóvil mientras D* cuenta los dedos de sus patas, describe su piel, su forma y su color. Los anfibios van a ser el tema de su conferencia. Tiempo para tomar decisiones y planificar nuestro trabajo Y un tiempo para leer textos libres, esos textos en los que la vida a borbotones llegaba a la escuela; selección por votación de uno de ellos y el posterior enriquecimiento colectivo, cuando el lenguaje y la palabra se hacían protagonistas. Y un tiempo para la impresión del periódico escolar en "la gelatina". La bandeja con aquella pasta elaborada con cola de pescado, glicerina y azúcar era el recurso más novedoso en nuestra escuela. Aquella singular imprenta, que desterró el papel de calco permitiendo hacer una considerable cantidad de copias de nuestros textos y dibujos, cambió significativamente la acción escolar constituyendo uno de los elementos más importantes de la motivación. Un recurso que suprimió paredes y cruzó los linderos del pueblo. La impresión del periódico escolar que recogía textos con nuestras costumbres y tradiciones, nuestras opiniones, nuestros poemas y nuestras vivencias y la posterior difusión en el entorno o en lugares lejanos de la geografía española a través de la correspondencia escolar, sólo fue posible por el uso de esta sencilla, económica y accesible "imprenta". Esta actividad requería una actuación en equipo en la que se implicaban todos los escolares, una organización del trabajo y distribución de las tareas, una gestión de los costes y una motivación mutua para el esfuerzo y la realización de las cosas bien hechas. Hubo un tiempo en que la acción de aprender y crear en la escuela no estaba confinada en los casilleros de un horario que terminaba a las cinco de la tarde.

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